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Peso | 0.2 kg |
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Dimensiones | 17.5 × 11.5 × 0.5 cm |
$1,600.00
NB30 / Ojo bala poesía / Traducido por Edgar Saavedra
1ª edición / septiembre de 2016 / 160 págs. / 11,5 x 17,5 cm.
“Piva define el momento. Un poeta con rostro de niño atraviesa solitario la ciudad rompiendo un himen gigantesco. Poesía de sangre, que engendra una flor en el sexo de la adolescencia. Visión de Piva, antropófago, São Paulo en la boca, madrugada en el diente, poesía en el estómago. Un poeta con cara de niño atraviesa la ciudad. Arrastrando juventud”.
. . .
Así presentaba en 1963 el crítico Thomaz Souto Corrêa la primera edición de Paranóia, ópera prima de Roberto Piva. Era el desembarco de una voz nueva que luego se volvería un hito ineludible de la poesía paulistana ‒y por lo tanto de la poesía brasileña‒ de la década del 60 en adelante. Asociado al movimiento beatnik y al surrealismo, por sus imágenes desbordantes, Piva edificó un imaginario absolutamente personal: experimental, espiritual y siempre chamánico, en evolución constante hacia la síntesis. Prueba de esto es su último poemario Ciclones, publicado en 1997.
Sus poemas fueron traducidos y publicados en castellano, inglés, francés y catalán; pero siempre de manera dispersa o incompleta. Por eso es un orgullo poder presentar al lector hispanohablante la primera edición completa de Paranoia, proyecto que se extiende en la futura publicación de toda la obra de Piva en castellano. Esto no hubiese sido posible sin la voluntad y el trabajo de Edgar Saavedra, poeta y traductor peruano, quien llegó a contactarlo en vida.
Peso | 0.2 kg |
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Dimensiones | 17.5 × 11.5 × 0.5 cm |
1ª edición: septiembre de 2016
© textos: herederos de Roberto Piva, 2016
© traducción e introducción: Edgar Saavedra, 2016
© fotografías: herederos de Wesley Duke Lee, 2016
© edición y diseño: Nulú Bonsai Editora, 2015
ISBN 978-987-4129-00-0
Edición al cuidado de Sebastián Goyeneche
Traducción, introducción y notas de Edgar Saavedra
Fotografías originales de Wesley Duke Lee
Corrección de estilo, cotejo del original portugués y traducción de la introducción: Nicolás Reichman
Arte de tapa y edición de imagen: Grau Hertt
Obra publicada con apoyo del Min. de la Cultura de Brasil / Fund. Biblioteca Nacional || Obra publicada com o apoio do Ministério da Cultura do Brasil / Fundaçao Biblioteca Nacional – RJ
La Piedad
Yo rugía en los poliedros de la Justicia mi momento abatido en la extrema palizada
los profesores hablaban de la voluntad de dominar y de la lucha por la vida
las señoras católicas son piadosas
los comunistas son piadosos
los comerciantes son piadosos
sólo yo no soy piadoso
si fuese piadoso mi sexo sería dócil y sólo se erguiría los sábados por la noche
sería un buen hijo mis compañeros me llamarían culo-de-fierro y me harían preguntas ¿por qué el barco flota? ¿por qué el clavo se hunde?
dejaría proliferar una úlcera y admiraría las estatuas de fuertes dentaduras
iría a bailes donde no podría llevar a mis amigos pederastas o barbudos
me universalizaría en el sentido común y ellos dirían que tengo todas las virtudes
no soy piadoso
nunca podré ser piadoso
mis ojos resuenan y se tiñen de verde
Los rascacielos de carroña descomponen los pavimentos
Los adolescentes en las escuelas bufan como perras asfixiadas
arcángeles de azufre bombardean el horizonte a través de mis sueños
*
Boletín del Mundo Mágico
Mis pies sueñan suspendidos en el Abismo
mis cicatrices se rasgan en la panza cristalina
no tengo sino dos ojos turbios y soy un huérfano
había un flujo de flores enfermas en los suburbios
yo quería plantar un taco de billar en una estrella fija
en la puerta del bar estoy confundido como siempre pero las galerías de mi cráneo no odian más la percusión de los huesos
colegios y carrozas fúnebres están desiertos
por las calzadas crecen largos delirios
puñados de esqueletos son arrojados a la basura
pienso en los escorpiones de oro y estoy contento
los anuncios luminosos cantan en los tejados
puedo abrir los ojos para que la luna aproveche el miedo de las nubes
pero el cielo violeta es una visión suprema
mi cara empalidece con el alcohol
soy una soledad desnuda amarrada a un poste
cables telefónicos se cruzan en mi esófago
en los pavimentos aislados mis amigos construyen un maniquí fugitivo
mis ojos se ciegan mi mente se agrieta al encuentro del vértice de una ruedami alma dislocada pasa rodando